Hubo reacciones inmediatas al relato enviado por Vivi y
recogido entre adolescentes de un colegio de la zona Sur de Santiago "En
esta navidad yo…… ¡¡¡¡ Regalo a mi papá
!!!!".
Creemos que es posible y necesario sentirse tocado por un
relato crítico y agradecemos la atención de nuestrxs amigxs, compañerxs y
lamngen. También pensamos que mientras más central es la naturalización del
poder y la dominación masculinas, más les duele a muchos hombres - acostumbrados
a gozar de privilegios no dichos- la devolución de esta vivencia.
En toda reacción hay creencias que conllevan actitudes que
se desenvuelven desde privilegios semi-invisibles. Privilegios que operan a tal
nivel que quienes los poseen se pueden llegar a sentir honestamente ofendidos
cuando se les enrostran, cuando alguien se rebela, cuando por algún motivo
legal o formal dejan de recibir el beneficio de “sus” privilegios. Puede llegar
a ser extraño y hasta indignante ser enfrentado desde la rabia por gozar de
privilegios de siglos que parecían propios y normales –naturales a lo
masculino-. Es muy fácil no alcanzar a ver lo que se tiene y se ha tenido por
sólo nacer en una clase social, en una clase de género y/o en un territorio
determinado.
Y para quienes no somos hombres, ya sea porque somos mujeres,
porque son aún niños, porque no quieren ser hombres a pesar de su biología, es
relativamente fácil darse cuenta de que algo no anda bien en el orden de
clase-género-sexo. Notamos rápidamente en nuestras vivencias en dolor que
produce la correlación del poder y la dominación.
El relato aludido surge del
dolor, y al dolor; generalmente le acompañan la rabia, la pena, la impotencia, etc.. Así son la vivencias justamente porque no son discursos.
En el artículo "El amor o el camino a la
enajenación", Marta Cecilia Vélez Saldarraga, interroga certera: "¿Por qué razón, me lo preguntado muchas
veces, los varones han podido cuestionarse la estructura social, plantear la
liberación de los oprimidos, hablar incluso de igualdad de clases, más nunca
mirar sus vidas privadas y el ejercicio de poder sobre las mujeres?” ("Brujas" Colombia."Fempress, Especial Pareja"). Es una pregunta clara para padres revolucionarios que no pagan pensión alimenticia como el padre al que Camilo -en el relato- le enrostra su incoherencia.
Acá van algunas reacciones, nos disculpamos por la demora...
Y yo que siempre me preparé para ser un buen papá...
X Ricardo Inalef
Por favor amiga no me regales...
De verdad amiga lo he intentado...
Es una lastima que a quienes siempre hemos querido ser un
buen papá (aunque nunca supe cómo) ni siquiera nos miren...
Igual que Camilo, yo como papá también me siento
apesadumbrado, frustrado, no sé... con mucha pena...
Pero quiero que sepas amiga (y también Camilo) que lo
seguiré intentando, no se cómo, pero seguiré con la porfía de ser un papá...
Estoy dispuesto para cambiar todas las revoluciones del
mundo para poder ser considerado por mis hijos como un buen papá...
Sólo tengo a mi haber un modelo, una cagá de mochila de no
saber qué hacer, pero seguiré amando a mis hijos e intentando estar siempre con
ellos... y aprendiendo día a día a cómo ser papá...
Te quiero amiga, siempre me haces reflexionar, pero no me
regales, ya que es lo que siempre he querido ser un buen papá...
Con cariño a todos los hijos e hijas del mundo y en especial
para mi amiga Victoria
un abrazo
Ricardo Inalef
Felicidades Padre mío y Padrastro mío
X Luis Emilio Barahona
Hombres enormes y
hermosos como habemos tantos y tantos en la historia y en el presente. Tanto
como en lo porvenir porque hay humanos y humanas notables y humanos y humanas
despreciables.
Luis
Emilio Barahona
Yo mejor ni lo regalo
X Sandra Tripainao
Yo regalo al papá de mi hijo, por lo mismo que dice Camilo
aquí, claro que él tiene 24 años de la misma historia y seguro que "su
papá" va diciendo por ahí que está orgulloso de "su hijo" porque
está terminando la universidad y no se puso ni con una luca mensual en todos
estos años.
Entonces mejor ni lo regalo, porque no le deseo mal a nadie
Yo regalo al papá de mi hijo, por lo mismo que dice Camilo
aquí, claro que él tiene 24 años de la misma historia y seguro que "su
papá" va diciendo por ahí que está orgulloso de "su hijo" porque
está terminando la universidad y no se puso ni con una luca mensual en todos
estos años.
Entonces yo mejor ni lo regalo, porque no le deseo mal a nadie.
Entonces yo mejor ni lo regalo, porque no le deseo mal a nadie.
Cariños pu lamngen
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