domingo, 2 de junio de 2013

AMORAS

(v.A.)

Esa trenza
Gozas los sonidos del placer entre mis piernas y el ombligo
No puedo despegarme de tu voz y tus gemidos
A veces me habitas toda tú
Y sé que te habito también entera
Ocupo tu cuerpo desde esa trenza que se me enreda en los muslos
hasta los dedos de tus pies.




lunes, 1 de abril de 2013

EL DOLOR


El dolor
Heridas y daño.
Añicos de vida.
Expulsada del más sórdido paraíso
Miro el sol de frente porque quemados los ojos,  
ya no veré.
Aprisiono mi nariz
mordaza en la boca
wacha de palabras, olores y miradas.

El dolor II
Castigos por millones…
el wacherío tan lejos.
Dolores tan cerca…
tan cerca que susurran en mi oreja insultos.
Se confunden con discursos
Se enredan con silencios de hielo
Se amarran entre sí y me sostienen de los rulos para tirarme contra el piso.
Pisotean en grupo mis palabras y mi dolor.

El dolor III
Corazón apagado,
alma cerrada,
cuerpo desarmado,
gotas pa sonreír, pero no hay sonrisa…
…eran pa llorar
El absurdo enterrado
entramado entre los poros.
Sábanas enredadas entre los dedos
El cuerpo negándose
El alma vacía.
Des-amando el camino recorrido
Cuerpo en fragmentos
Hablan las heridas, supura el dolor.

El dolor IV
No estoy.
Me perdí…
Un silencio, nada más.
Cercenada.
Desparramada.
La que era ya no soy.
Lo que esperaba ya lo olvidé.
Desdibujada me esfumo en los días perdidos…
Las rabias que me acogían ya no me sostienen.
Callada, ni siquiera tengo enojos.  
Me detengo a sentirme…

El dolor V
El dolor me inunda el cuerpo y no sé dónde ponerlo.
Lo arrullo para que no me golpee.
Lo amenazo para que me abandone.
Lo tiro por las escalas y vuelve a aparecer.
Me ahoga, se ríe de mí.
No quiere dejarme.
Mi hielo le da luz.
En su vientre los gusanos agujerean el mío.
Me convertí en su hábitat.
La cabeza nublada.
El pecho maltrecho.
¡Maldición de maldiciones!
¡Dónde te entierro, maldito!
¡Dónde te pierdo para que no me encuentres!
¡Dónde te tiro para que me olvides!
…O soy yo la que no te olvida…
O soy yo la que te invoca para que vengas a agujerearme.

El dolor VI
Este dolor de espadas que no cesa.
No acepto su venganza.
No seré su carne ni su alimento.
Lo insulto, lo golpeo, lo escupo.
¡Sal de mí, no te merezco!

Siembra en mí un sentimiento silencioso.
Sin cuerpo, una forma no más.
Desparramado en el suelo...
Es la furia de la sinrazón.
No es furia tampoco, es maldición.
Me digo y me contradigo.
Me pronuncio y me disculpo.
Me niego y me coloco al fondo.
Me silencio en el dolor…

El dolor VII
He llorado varios días con sus noches.
Y estas lágrimas locas no se acaban.
La soledad me completa.
Hice abandono…
Cuando las lágrimas se acaben…
Cuando acaben…
El daño me habita.
El cielo más oscuro me rodea.
El día más nublado es mi día.
Depreda
Destruye
Aprisiona
Somete con fuerza.
Partida en dos: la dolorida y la otra…
Aborto sin culpa
Enraízo el llanto en la tierra para alguna vez parirlo con ella…
Me detengo a sentirme, a lamerme, a mirarme…
El ombligo me duele.
El dolor.

victoria aldunate morales

OLAYA MAC-CLURE HORTAL


Yo sé que aquí en la tierra
uso mis monedas Venusianas
que debo cambiar
por las miserables monedas
de mi pensión de invalidez.
Lo positivo es que mis monedas Venusianas
que vuelvo a intercambiar, parecen chicle
se estiran con una facilidad
que alcanzan para:
el pan, la leche, los huevos, la mantequilla, la botella de guisqui
un cacharrito mherzcedez venz, una avioneta reciclable para caso de necesidad
un fundito en el sur, algunos viajes a Islas Canarias etc. etc.
Y, aquí estoy tomando mi tecito de pan con chunchules a toda raja
mas unos pirihuines de hojitas de laurel.

Olaya Mac-clure Hortal es poeta chilena