lunes, 17 de septiembre de 2012

"SOY MUJER": MARÍA RIVEROS TOLEDO



SOY MUJER


Soy Eva soy Lilith.
Soy Venus y Afrodita
la primera y la última.
Soy la que hizo nacer el fuego
y la que lo cuidó.
Soy la tejedora la alfarera
soy María que parió a Jesús
y Magdalena la que le creyó.
Soy la negra la esclava
la puta la santa
la que crió diez hijos
y la que no parió.
Soy sufragista
soy Belén de Sárraga en las salitreras
la samaritana la bruja la afgana
la conventillera la botonera y la costurera.
Soy la Mistral la del Elqui
Tamara la comandante
soy Sola, soy Gladys
muñeca rusa, de loza, de trapo, soy barbie
la gata, la perra, la zorra.
Soy la que ahorcaron
a la que quemaron
y a la que en trocitos al mar tiraron.
Soy la hija la madre la abuela
soy en todas ellas una sola mujer.

María Riveros Toledo es feminista, fue parte del feminismo popular de los 90, vive en Santiago, chile


domingo, 2 de septiembre de 2012

"ENCUENTRO EN UN CYBER" - "CONADI" (LAMASHI, FEMINISTA Y MAPUCHE)



                           
ENCUENTRO EN UN CYBER

Eramos nosotros, los mismos de siempre.
Tú el poeta, yo la que intenta,
traspasados por el dolor del dinero,
extranjeros en una ciudad que huele a todo
menos al humo de las rukas de nuestros antepasados.
Tú vestido de obrero en tiempos de vil centenario,
disfraz que no te sienta, no te pertenece,
te convierte en  sombra que camina errante
por el centro de las alamedas ,
llevando en una mano  tus herramientas
y en la otra una caja de tristezas…
Yo la que juega a no saber,
socia honoris causa del club de las que más sufren,
aún me resisto a clavar en  mi morada un letrero
que le avise al mundo que allí pertenezco.
Eramos los dos
saludo breve como de lamgen que se encuentran
en el recodo cualquiera de una loma,
lugar por donde antes  corrieron
y jugaron nuestros padres y madres,
pero en vez de sentarnos en la tranca
a cuidar las ovejas y oler los eucaliptos,
cada uno eligió a la rápida un computador
para meterse lo antes posible a un pedazo de facebook.
Con apuro dijimos adiós,
había que aprovechar que la hora la cobraban
a trescientos pesos.
El placer de contactar amistades
y amores si  tiene  precio,
como dice la propaganda:
“para todo lo demás, está el sistema”.

Allá lejos, entre canelos y boldos
se escuchan las risas de niñas y niños que todavía
juegan a pata pelá,  comen manzanas verdes
y harina tostada remojada con agua del estero.
Aseguran que no les interesa ver tele
mientras eso les signifique
aguantar las humillaciones
de un padrastro soberbio
y no poder comprender el silencio de una madre
que nada tiene que ver con esas mujeres
delgadas y rubias de los comerciales
que jamás acarrearán agua para regar
con cariño la huerta
ni prepararán caldo de papas con locro
para cuando el hombre se haya tomado
toda la plata y no haya qué echarle a la olla.

Esos niños y niñas
nos señalan a ambos
el camino de tierra roja
para que no nos extraviemos
a la hora del regreso.
LAMASHI




C O  N A D I*

Me dio vergüenza.
No pude contarle a mi tío Faustino
que un día se me ocurrió sacar un certificado
que acreditara que soy mapuche.
Según dijeron en el comité de allegados
era lo que se necesitaba
para postular al famoso subsidio.
En cuanto abracé a mi tío,
supe que era una vergüenza;
como si nunca hubiese respirado el olor de los hualles,
ni hubiese contemplado la tierra roja de Collico Bajo,
o jamás hubiese visto a la palu Juana
preparar el mate y cosechar papas a sus setenta años.
Me dio vergüenza
olvidar la quinta de manzanas de mi abuelo José
y no recordar cómo me había sanado mi abuela Sofía
con natre y matico
la vez que me dio el pirru.

Recuerdo que me retiré en silencio,
demasiada gente  esperaba un certificado,
la respuesta a una duda,
la solución a un problema…
todos obedientes y sumisos con un ticket en la mano
Tras una espera de casi dos horas
entregué mi “número” a alguien que venía
llegando, le desee suerte
y bajé corriendo  las escaleras
de aquel edificio en donde se suponía
me entregarían la identidad que me permitiría
estudiar, tener una casay decir con todas las de la ley, soy mapuche. 
LAMASHI

* CONADI es la sigla que en $hile representa a la "Corporación Nacional de Desarrollo Indígena" de Chile
Palu  :   tía
Pirru  :  sarna

Lamashi es poeta, mapuche, feminista autónoma.

 

"HEMORRAGIAS" - "LA LLAVE" - "EL COLOR DEL TIEMPO" (MARTA ZABALETA, DE ARGENTINA)



HEMORRAGIAs
A mi querido cumpa, Julián Bastías

Con menstruación permanente
dibujaba todo el espacio
de las torturas

¿Pensaba
que la vida
se esfumaría así, rápidamente?

El cabo cuando me llevaba al baño 
se paró y me gritó:
-¿Es posible que usted sea la Sra.de Hinrichsen?

Pude haberle respondido
-Sí, mi cabo.
Pero callé.

Al orinar, la sangre
se arrebató en borbotones
y le ensució las botas.

-Conteste,
hija de puta,
aulló entonces

Y fue su culpa
por no dejarme a solas.
Mi vómito le ensangrentó el bigote.
 


LA LLAVE
Inspirado por aquel libro de Miguel Hernández
que me quemaron durante la dictadura   

No batía el viento
ni la soledad ni el tiempo.
No había patrullas en el
camino de Concepción a Tomé.
Era el 12 de septiembre.

Paró la camioneta y
del zapato izquierdo
sacó una llave.
La arrojó lejos, musitando
me la dió Alberto.
Y seguimos huyendo.

Bajo el sol radiante 
sus hijos más pequeños
como si fuéramos de picnic
cantaban. Y el osito de peluche 
danzaba la libertad de la nieta.

Tic Toc Tic Toc Tic

La mirada de la abuela
nos abrazó largo.
No sabremos nunca
el misterio de esa llave.
El hijo mayor ya lo ha olvidado.

(Marta Zabaleta, Chile 1973/ Exilio 2012)



EL COLOR DEL TIEMPO
A mis hijos Tomás Alejo y Yanina Andrea Hinrichsen

Audacia suave la del árbol sin hojas
que da sombra a los pájaros de otrora

los pasos
los cuerpos
el suspenso

y ese cálido
olor de otros tiempos.

(Marta Zabaleta©Tomé, Chile, septiembre de  2004
Sacado de Crónica Literaria, Comodoro Rivadavia, 23 de noviembre  2004, Argentina.
Poema  con el que abre mi biografía oral Be longing, por Zibby Alfred, guardada en el Museum of London, 2005)

 
Marta Raquel Zabaleta nació en Alcorta, Argentina, en 1937. Vivió en Chile durante le gobierno popular (UP con Allende como presiodente) fue expulsada de Chile en 1973 y de Argentina en 1976. Desde entonces  vive en el exilio en el Reino Unido. Es madre de Tomás Alejo y de Yanina Andrea Hinrichsen. Es economista y cientista social, escritora y poeta. Como tal, figura desde 1992 en más de 30 biografías Who’s Who, de EEUU, y Europa. Coordina, entre otras cosas, desde hace años una red internacional ‘Mujeres y Palabras en el Mundo’

Su blog es: martazabaleta.blogspot.com/